sábado, 30 de enero de 2010

DIETA DE LA LUNA


Podemos encontrarnos infinidad de dietas y de nombres diversos pero reconozco que ésta ya me ha sorprendido con el nombre. ¿En qué consiste la dieta de la luna?
Recojo algunos párrafos que podemos encontrar en armonialive :
«Basada en la ciencia de la cronobiología, junto con la terapia natural y desintoxicante del ayuno líquido. No se sabe exactamente cuál de las dos variantes actúa más favorablemente, pero su justa combinación logra que se puedan perder entre 3 o 4 kilos dentro de un mes lunar. Es necesario tener la constancia de repetirlo y por supuesto consultar a su médico junto a la decisión de realizar la dieta.
La cronobiología es la ciencia que estudia los ritmos biológicos del ser humano... las fases lunares tienen una influencia notable...
El ayuno está presente prácticamente en todas las religiones como un método de purificación física y espiritual... este ayuno lo realizan como medicina natural, que favorece a la eliminación de tóxicos acumulados en el cuerpo, purifica la sangre y restablece la función digestiva de asimilación de alimentos.
La dieta de la luna basada en estos dos pilares consisten por lo tanto en llevar adelante un ayuno líquido en las fases lunares conocidos como luna nueva y luna llena. En este día no se deben consumir alimentos sólidos, se recomienda beber abundante agua pura natural, con la excepción de alguna infusión sin azúcar y jugos de frutas naturales con edulcorante.
También incluye una etapa de apoyo en las fases lunares conocidas como cuarto menguante o cuarto creciente, en este día se deben realizar un medio ayuno donde aparte de líquido, que puede incluir algún caldo bajo en grasas, se puede ingerir alimentos sólidos, alguna fruta o gelatinas dietéticas».

Mi opinión:
Tal como aparece recogido en ese artículo, no se sabe exactamente qué variante ayuda a la pérdida de peso. Personalmente me parece que es una manera más de engañarnos con nombres más o menos exóticos, más o menos sugerentes cuando en realidad es sólo ayuno.
Que una dieta nula en grasas y alto contenido de líquido es una forma obvia de eliminar toxinas es algo más que evidente, independientemente de la fase lunar en la que lo hagamos. Sin embargo, ¿puede llamarse dieta de la luna o simplemente debe llamarse ayuno?
No contemplo una dieta como algo puntual sino que debería mejorar nuestras pautas alimenticias, perdiendo peso de forma progresiva porque podremos perder 3 o 4 kilos seguramente en tan sólo en dos días de autosacrificio pero seguro que se volverán a recuperar con tan sólo volver a llenar nuestro intestino.
Obviamente es sólo una opinión personal pero me parece la antítesis de lo que sería una dieta correcta y equilibrada. Podría servir como purgante, desintoxicante... pero jamás como dieta.

lunes, 25 de enero de 2010

ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA NUTRICIÓN

El agua, los carbohidratos, las proteínas y las grasas son los fundamentos de una buena dieta. Cuando elegimos las formas más sanas de cada uno de estos nutrientes y los consumimos de manera equilibrada, contribuimos a que nuestro organismo funcione de manera óptima.
AGUA: dos terceras partes del cuerpo humano se componen de agua. El agua es un nutriente esencial que interviene en todas las funciones del organismo. Ayuda a transportar los nutrientes a las células y a retirar de ellas los productos de desecho. El agua es necesaria para la digestión, la absorción, la circulación, la excreción y la utilización de las vitaminas solubles en agua. También es necesaria para mantener una temperatura corporal apropiada.
CARBOHIDRATOS: los carbohidratos le suministran al organismo la energía que necesita para funcionar. Se encuentran casi exclusivamente los animales de origen vegetal como frutas, vegetales, guisantes y frijoles. La leche y los productos lácteos son los únicos alimentos de origen animal que contienen una cantidad significativa de carbohidratos.
Los carbohidratos son la principal fuente de glucosa sanguínea, un combustible fundamental para todas las células del organismo, y la única fuente de energía para el cerebro y los glóbulos rojos de la sangre. A excepción de la fibra, que no se puede digerir, los carbohidratos se convierten en glucosa la cual es utilizada para suministrar la energía al organismo o almacenada en el hígado para ser utilizada posteriormente.
Cuando ingerimos más calorías de las que nuestro organismo utiliza, una parte de los carbohidratos que hemos consumido se almacenan el organismo como grasa...
debemos optar por alimentos sin refinar, frutas, vegetales, guisantes, frijoles y productos de gran entero, en lugar de alimentos refinados y procesados como gaseosas, postres, golosinas y azúcar. Los alimentos refinados son muy pobres en las vitaminas y minerales que son importantes para nuestra salud...
Conviene hacer referencia a la fibra, una clase de carbohidratos sumamente importante... la fibra dietética es la parte de la planta resistente a las enzimas digestivas del organismo. En consecuencia, sólo se digiere o metaboliza una cantidad relativamente pequeña de fibra en el estomago o en el intestino, mientras que la mayor parte se moviliza por el tracto gastrointestinal y termina formando parte de la materia fecal... tiene varias ventajas para la salud. Primero, las fibras retienen agua, lo que se traduce en deposiciones más blandas y voluminosas. Esto ayuda a prevenir el estreñimiento y las hemorroides. Una dieta rica en fibra también disminuye el riesgo a contraer cáncer de colon porque mantiene limpio el tracto digestivo y agiliza la movilización de la materia fecal por el intestino.
Asimismo, la fibra se unen con determinadas sustancias que normalmente contribuyen a la producción de colesterol, y las elimina del organismo. Una dieta alta en fibra ayuda, entonces, a bajar los niveles de colesterol sanguíneo y disminuye el riesgo de contraer enfermedades del corazón.
PROTEÍNAS: son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo; le suministran energía al organismo y son necesarias para la producción de hormonas, anticuerpos, enzimas y tejidos. Las proteínas también le ayudan al organismo a sostener el equilibrio acidobásico adecuado.
Cuando consumimos proteínas, el organismo las convierte en aminoácidos, los componentes básicos de toda proteína. Algunos de los aminoácidos son considerados «no esenciales», esto significa que no tienen que provenir de la dieta porque pueden ser sintetizados por el organismo a partir de otros aminoácidos. En cambio, los aminoácidos considerados «esenciales» deben provenir de la dieta porque el organismo no los puede sintetizar...
Se considera que las proteínas dietéticas pertenecen a dos grupos, según los aminoácidos que suministran: las proteínas completas contienen una gran cantidad de todos los aminoácidos esenciales. Esta clase de proteínas se encuentran en la carne, el pescado, las aves, el queso, los huevos y la leche.
Las proteínas incompletas solamente contienen algunos de los aminoácidos esenciales. Estas proteínas se encuentran en diversos alimentos, entre ellos los granos, las legumbres y los vegetales de hoja verde.
GRASAS: durante la infancia y la niñez, las grasas son necesarias para el desarrollo normal del cerebro y, a lo largo de la vida, para el crecimiento y producción de energía. De hecho, la grasa es la fuente más concentrada de energía de la cual dispone nuestro organismo... El consumo excesivo de grasas es una de las causas principales de la obesidad, la presión arterial alta, las enfermedades coronarias del cáncer de colon.
Los componentes básicos de las grasas son los ácidos grasos. Hay tres categorías principales de ácidos grasos: saturados, poliinsaturados y monoinsaturados.
Los ácidos grasos saturados se encuentran principalmente los productos de origen animal, entre ellos los productos lácteos y las carnes como la de ternera, cordero, cerdo; productos vegetales como el aceite de coco también son ricos en estos ácidos.
El hígado utiliza la grasa saturada para fabricar colesterol. Por tanto, un consumo excesivo de este tipo de grasa puede elevar de manera significativa el nivel de colesterol sanguíneo en particular el de la LDL (lipoproteínas de baja densidad) o «colesterol malo».
Los ácidos grasos poliinsaturados se encuentran en abundancia en los aceites de maíz, soja, girasol... algunos aceites de pescado también son ricos en esta clase de ácidos grasos. A diferencia de las grasas saturadas, las poliinsaturadas tiene la capacidad de reducir el nivel del colesterol total de la sangre. No obstante, al hacerlo una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturado tienden a reducir el nivel de HDL (lipoproteínas de alta densidad), es decir, el «colesterol bueno».
Los ácidos grasos monoinsaturados se encuentra en los aceites vegetales y de nuez, como los aceites de oliva, de maní y de canola. Parece que estas grasa reducen el nivel del colesterol malo sin afectar al del colesterol bueno...
Otro elemento que tiene que ver con los niveles de colesterol sanguíneo son los aceites hidrogenados, perjudiciales para la salud. Estas sustancias son el resultado de la transformación que sufren los aceites poliinsaturados al ser sometidos al proceso de hidrogenación, que también se utiliza para endurecer los aceites vegetales líquidos y convertirlos en margarina.

MICRONUTRIENTES: VITAMINAS Y MINERALES.
Al igual que el agua, los carbohidratos, las proteínas en las grasas, las vitaminas y los minerales son esenciales para la vida. Por este motivo son considerados nutrientes. Como se necesitan en cantidades relativamente pequeñas en comparación con los cuatro nutrientes básicos, a menudo se les conoce como micronutrientes.



Información obtenida del libro RECETAS NUTRITIVAS QUE CURAN (Guía práctica de la A hasta la Z para disfrutar de una buena salud con vitaminas, minerales, hierbas y suplementos alimentarios)de James F. Balch y Phyllis A. Balch.


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sábado, 23 de enero de 2010

EQUILIBRIO NUTRICIONAL

Una de las bases primordiales que cualquier dieta debe cumplir es la de conseguir un equilibrio nutricional. Hay algún régimen en las que se eliminan totalmente los hidratos de carbono, especialmente la primera fase; en otras, se potencia el consumo de proteínas...
Nuestra recomendación sería una dieta variada, procurando disminuir las grasas y no abusar de hidratos de carbono (azúcares) pero sin olvidarnos nunca de las proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos, todos ellos necesarios para un funcionamiento de nuestro organismo.
Especialmente en temas nutricionales, los cambios experimentados en pocos años han sido relevantes. Pescado azul, el conejo... son sólo un ejemplo de alimentos que otrora eran prohibidos y hoy son aprobados por sus virtudes. Además cada vez son más los productos light que podemos conseguir en el mercado, así como variedades integrales, lo que nos ofrece un mayor abanico de alimentos con los que no aburrirnos en nuestra dieta.
¿Y cuál debería ser un correcto equilibrio nutricional?
Desde estas páginas creemos que somos expertos los que deben dar las nociones básicas, así que aprovecharemos la sabiduría de los libros y de la comodidad de Internet.
Muy interesante nos parece RECETAS NUTRITIVAS QUE CURAN (Guía práctica de la A hasta la Z para disfrutar de una buena salud con vitaminas, minerales, hierbas y suplementos alimentarios)de James F. Balch y Phyllis A. Balch.
Aquí un primer artículo introductorio:
El cuerpo humano es un organismo complejo y tiene la capacidad de curarse a sí mismo si sabemos escucharlo y si respondemos brindándole la nutrición y los cuidados adecuados. A pesar de todos los abusos que soporta nuestro organismo-- exposición a las toxinas del medio ambiente, mala nutrición, tabaquismo, consumo de alcohol o vida sedentaria-- por lo general nos sirve muy bien y durante muchos años antes de empezar a mostrar signos de deterioro. Pero incluso entonces, con un poco de ayuda, nuestro organismo respondí sigue funcionando.
Imaginemos que nuestro organismo se compone de millones de máquinas pequeñísimas. Algunas de esas máquinas funcionan al unísono, mientras que otras lo hacen de manera independiente. No obstante, todas están preparadas para actuar durante las 24 horas del día. Las máquinas necesitan combustibles específicos para poder funcionar correctamente. Si se les proporcionan combustible inadecuado, las máquinas no funcionan al máximo de su capacidad. Si el combustible es de mala calidad, es posible que pierdan fuerzas. Y si a las máquinas no se les ha combustible, se detienen.
El combustible que le proporcionamos a nuestro organismo proviene directamente de lo que comemos. Los alimentos que consumimos contiene nutrientes. Los nutrientes vienen en forma de vitaminas, minerales, enzimas, agua, aminoácidos, carbohidratos y lípidos. Estos nutrientes sostienen nuestra vida porque suministran los materiales básicos que nuestro organismo necesita para desempeñar sus funciones cotidianas.
Los nutrientes individuales no sólo difieren en su forma y en su función, sino también en la cantidad que el organismo necesita. No obstante, todos son vitales...
Un problema que casi todos tenemos es que no tenemos en la dieta los nutrientes que necesitamos, porque consumimos la mayor parte de los alimentos cocidos o procesados. La cocción y el procesamiento de los alimentos destruyen los nutrientes vitales del organismo requiere para funcionar correctamente. Los alimentos orgánicos crudos que aportan esos elementos son muy escasos en la dieta de la actualidad.

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viernes, 22 de enero de 2010

LA DIETA DEL DOCTOR BOLIO

Si visitamos la página web Sistema Bolio, adelgace comiendo
encontraremos, si no se especifica las reglas fundamentales del programa:
◘ Beber durante todo el día: agua, de Jamaica, de limón, te o café sin azúcar.
◘ Esta dieta al menos 3 días y máximo dos semanas.
◘ En caso de apetito, comer la cantidad de frutas y verduras que se desee.
◘ Se recomienda no dejar ningún alimento fuera.


Entre algunas cosas que nos aseguran están la reducción al riesgo de cáncer y/o infarto, mejora de la piel, cabello y uñas; regularización en el ciclo menstrual... incrementar regiones específicas para lograr una figura torneada o reducir ciertas regiones específicas del cuerpo.
Así nos encontramos dietas para rebajar el vientre, reducir el abdomen y celulitis, para la cintura...
Éste es un ejemplo de la dieta para bajar 10 kilos rápidamente:
AL DESPERTAR:
½ cucharita cafetera (2.5ml) de vinagre de vino blanco o tinto disuelto en agua
8 almendras u 8 mitades de nuez

DESAYUNO:
2 rebanadas de pan tostado (30g (1 onza) o 1 onza)
90g (3 onzas) de pechuga de pollo a la plancha
¼ de aguacate Hass mediano (40g o 1.3 onzas) u 8 almendras, u 8 mitades de nuez
Verduras de hojas verdes al gusto

COLACION
30g (1 onza) (1 onza) de galletas saladas
30g (1 onza) (1 onza) de queso Manchego

COMIDA:
120g (3 onzas) (4 onzas) de res, pescado, mariscos, pollo, o atún
1 taza medidora de verduras de hojas verdes hervidas o crudas
½ taza medidora de arroz o pasta hervida

COLACIÓN:
150ml (5 onzas) de yogur natural más 6 almendras o 6 mitades de nuez

CENA:
2 rebanadas de pan tostado (30g (1 onza) o 1 onza)
1 taza medidora de verduras hervidas o crudas
60gr (2 onzas) o más de atún en aceite

AL DORMIRSE:
½ cucharita cafetera (2.5ml) de vinagre de vino blanco o tinto disuelto en agua
8 almendras o 4 nueces enteras


Mi opinión:
Debo reconocer que me siento un tanto decepcionada después de haber leído las dietas engordan, comer adelgaza o adelgaza rápidamente sin dejar de comer lo que a ti te gusta.
Tener que racionar la comida no es lo que yo considero poder comer la cantidad que queramos.
No veo apenas diferencias con otras dietas hipocalóricas que conozco. Me esperaba algo más.


domingo, 17 de enero de 2010

17 ENERO 2010

Lo siento, lo siento... o, mejor dicho, no lo siento, todavía estoy saboreando los restos de galleta y el café con leche que me he tomado.
Miro por la ventana y veo la niebla, y podía haberme controlado, pero no he querido, me apetecía tomar algo dulce que endulzara mi vida. Es extraño, por ahora no siento ningún remordimiento. Mejor. ¿Por qué apenarse por algo que no tiene solución y que además también nos ha alegrado un rato el paladar?
Adelgazar sin sufrir es nuestro deseo y nuestro objetivo pero fácil no será... ¿y posible? No tiraremos ya la toalla.
Aunque debo reconocer que hoy me he sobrepasado, no sé si algún cambio hormonal me provoca este apetito, suele sucederme antes de la menstruación... bueno, no siempre porque entonces no pararía de menstruar, pero sin duda alguna, las mujeres contamos todavía con mayor desventaja pues esos cambios hormonales no nos ayudan en absoluto. Retener líquidos, mayor dificultad para evacuar... seguramente muchas mujeres se sentirán reflejadas también con estos síntomas, ¿no sueles notar una cierta hinchazón? Cada persona somos diferentes pero suelen ser síntomas habituales.
En fin, he vuelto a cometer el mismo pecado de siempre, ya que me he excedido con esa galleta, no puedo considerarlo como un día de dieta así que tampoco me privo del pan y de otros embutidos que de otra manera no tomaría.
Y de nuevo vuelvo a repetir: «mañana, mañana empiezo».

11 ENERO 2010

Hoy es día 11 enero y por tanto llevo 10 días haciendo dieta. La verdad es que ayer estuve a punto de saltármela. Tenía frío, estaba aburrida y no me apetecía pensar lo que podía o debía comer. Al final pude controlar esa cierta apatía que es la causante a menudo de que me plantee si vale la pena tanto sacrificio, ¿por qué no darme un capricho? Aunque también es cierto que tras disfrutar ese placentero desliz me nace el remordimiento de haber hecho algo incorrecto. En definitiva, que en vez de relamerme me entra una amargura que desmejora aún más mi ánimo.
Uno de mis mayores handicaps que hasta ahora no he mencionado es que voy en silla de ruedas y, además de jugar con la desventaja de no poder realizar ningún ejercicio físico, también tengo grandes dificultades para poder pesarme ya que tiene que ser en básculas industriales. Eso significa que pueden pasar muchas semanas antes de poder comprobar los resultados, algo que tampoco motiva demasiado porque en el mejor de los casos la pérdida será paulatina, tan excesivamente lenta que serán muchos los días que volveré a flaquear por no percibir ningún adelanto.
Yo y mi silla, un todo. Pero un todo tan difícil de calcular que a menudo bajar o subir de peso podrá venir determinado por variables tales como la ropa, la retención de líquidos, etc.
Y es la imposibilidad de hacer ningún tipo de ejercicio que hace mucho tiempo deseché las dietas hipocalóricas. El gasto de energía que puedo realizar equivale a poco más que la basal, es decir, la energía que necesita cuerpo para las funciones vitales de manera casi debería morirme de hambre y, lógicamente, ésa no es mi meta. He buscado y buscaré aquellas dietas que rompan con el cómputo obligado de calorías, ya lo he dicho en alguna otra ocasión, y tanto la dieta volumétrica como la del doctor Bolio me han parecido buenas candidatas.
Sin embargo, me interesaría saber cuál ha sido la realidad de otras personas que las hayan probado.
La dieta volumétrica parte de la premisa de que la cantidad de alimentos que ingerimos suele ser diariamente la misma. Ese punto no acabo de tenerlo muy claro. Cuántas veces uno come hasta reventar y si le ponen un postre o algo que le apetezca por delante, pues también se lo come. Muchas veces comemos más por la vista que no por el apetito que tengamos. Es más, siempre he oído hablar que el estómago se da, que cuánto más come uno más se agranda y más hambre tiene. Digamos que en sentido inverso tendríamos el funcionamiento del balón intragástrico, introducir un balón que ocupa espacio en el estómago consiguiendo antes la sensación de saciedad. Según he leído, con el tiempo el paciente se ha adaptado a comer menor cantidad, unido también a una dieta más idónea, por lo que la persona puede seguir perdiendo peso una vez extraído el balón.
Naturalmente comparto la idea de que los alimentos cuanta más cantidad de agua y fibra, sobre todo fibra, mejor para el organismo y además nos ayudarán a tener la sensación de estar llenos. Ahora bien, también los digeriremos rápidamente, despertándose antes nuestro estómago.
Con la del doctor Bolio me sucede algo parecido, comparto plenamente sus deducciones primeras, pero al leer algún ejemplo de sus dietas, se me han suscitado ciertos reparos. ¿Cuáles son? Francamente, poca diferencia le veo con cualquier dieta hipocalórica.

sábado, 9 de enero de 2010

LAS DIETAS ENGORDAN, COMER ADELGAZA

Después de leer las primeras páginas de este libro LAS DIETAS ENGORDAN, COMER ADELGAZA de Rafael Bolio Bermúdez publicado hace ya algunos años y del que yo no tenía conocimiento, me he sentido tan reflejada que he creído interesante recoger aquí la INTRODUCCIÓN y algunos fragmentos del capítulo ¿POR QUÉ ENGORDAN LAS DIETAS?

La obesidad es una enfermedad que ha sido tratada y maltratada por infinidad de personajes. Se han ocupado de ella tratando de curarla médicos, brujos, chamanes, comadres y hasta algún buen amigo con la mejor intención de ayudarnos.
Todos conocen alguna manera de baja rápida de peso, pero nadie sabe cómo alejar esos kilos en forma definitiva.
Podemos hacer una lista impresionante de dichas de reducción. La más conocida es TLM (traga la mitad). Otras técnicas quitan fruta y pan del menú, o bien arroz y frijoles además de la fruta y el pan.
Algunos consideran pecado mortal comer grasas y consecuentemente aconsejan que se pase uno la vida ingiriendo pollo hervido, atún sin aceite, lechugas y pepinos. Otros enredan lo más posible al incauto al recomendar ciertos alimentos durante horas precisas del día; alegan que las frutas ingeridas por la tarde o combinadas con carne engordan.
Quien intenta resolver su problema ciertamente se encuentra ante una cantidad increíble de posibilidades; lo más frustrantes que cada una parece estar en contraposición de cualquier otra.
Que esté bien claro: las estrategias de producir alimentos no eliminan el problema. Podrán susurrarle palabras bonitas, pero las dietas no cura la obesidad; bajan de peso, pero no evitan que a la larga se vuelva subir.
¿Entonces entonces qué sentido tiene escribir un libro sobre obesidad?
El exceso de grasa sí puede eliminarse. Afortunadamente para quienes padecen este problema la solución se encuentra en lo que tanto temen pero siempre anhelan: la comida.
Pero para utilizar la comida de manera eficiente y adelgazar, es necesario borrar de la mente ideas erróneas que han perjudicado en vez de ayudar y cambiarlas por nuevos conocimientos. Estos nuevos conocimientos le ayudarán a comer sin miedo y eliminar para siempre su exceso de grasa.
El libro se divide en tres partes:
la primera analiza por qué las dietas no sirven y cómo, incluso, favorece más obesidad. Además se exponen a los verdaderos responsables del aumento de grasa corporal.
La segunda presenta una técnica que los llevará de la mano para comer de todo en la cantidad que deseen y permanecer esbeltos. Éstas recomendaciones son ideales para los que comen en casa. Se acostumbra comer fuera del hogar, le recomiendo mi libro qué hacen los malditos flacos para estar flacos.
La última contesta las preguntas que se hacen con más venció sobre este programa.
Antes de aplicar las recomendaciones, lea cuidadosamente todo el libro mínimo en tres ocasiones. Al final entenderá por qué debe comer de todo para bajar de peso y porque todos sus intentos anteriores han resultado inútiles y hasta contraproducentes. (de la INTRODUCCIÓN)

Las dietas de reducción han sido severamente criticadas ya que bajo análisis científico han demostrado ser inútiles; es cierto que dejar de comer baja de peso, pero no evita que al volver a comer se recuperen los que los perdidos.
Más preocupantes aún son los recientes informes que revelan como bajar y subir constantemente de peso reduce el tiempo de sobrevida. Según investigaciones con el tiempo las dietas pueden causar más daño que la misma densidad.
Actualmente se sabe por qué las dietas que limitará elementos serán para erradicar la obesidad, , e inclusive la empeoran. Para entender esto, debemos de tener en cuenta que el hombre ya se ha enfrentado durante miles de años a la carencia de elementos.
El organismo humano es extraordinario puede adaptarse infinidad de cambios en su entorno...
la naturaleza nos ha adaptado con mecanismos de defensa que asegura nuestra superviviencia producirse la comida. Esta adaptación orgánica parece ser olvidada por los que desean adelgazar comiendo menos, pues no hay nada nuevo bajo el sol en relación con la restricción de alimentos y el organismo ya "sabe qué hacer" cuando éstos faltan: ¡Almacena grasas!
... algunas de esas adaptaciones... son:
Aumento del tamaño de peso del tubo digestivo con incremento de vellosidades: absorbe todo.
Incremento de la actividad de la lipoproteína lipasa: almacena más grasa.
Conversión de T3 a T3 reversa: reduce el consumo de grasa por los músculos.
Disminución del tono simpaticomimético: acumula grasa en el tórax y la cintura.
Eliminación de la respuesta termogénica: quema menos grasa.
Disminución de la actividad del tejido adiposo pardo: conserva más grasa.
Reducción de la masa muscular: reemplaza el músculo por grasa.
Descenso del metabolismo basal: hace más lentas todas las actividades del cuerpo.

Todas estas alteraciones se catalogan como adaptaciones orgánicas de supervivencia. Frenan tarde o temprano la pérdida de peso y capacitan al organismo para recuperar lo perdido en forma de grasa, aun cuando se esté comiendo menos.

miércoles, 6 de enero de 2010

LA DIETA VOLUMÉTRICA


Desde hace un tiempo se extiende el convencimiento de la eficacia de la DIETA VOLUMÉTRICA. No consiste en eliminar alimentos ni de dietas monótonas, que tan sólo provocan el aburrimiento e incluso depresión, sino una elección más correcta teniendo en cuenta el volumen, las calorías y la saciedad.
La clave de esta dieta es determinar la densidad de energía de los alimentos, la cual se obtiene de dividir el número de calorías por el número de gramos.
Se trata de comer alimentos bajos en calorías pero con un alto contenido en agua y/o fibra que nos proporcionarán mayor sensación de saciedad. Preferentemente escogeremos frutas, productos lácteos bajos en grasa, legumbres, hortalizas, pescado, pollo sin piel, carne magra... intentando descartar productos lácteos con alto contenido en grasa, dulces, azúcares y galletas, incluidas las bajas en grasa.
Se parte del convencimiento de que habitualmente solemos ingerir la misma cantidad de alimento, independientemente de las calorías que tenga. Es por eso que se recomiendan todos aquellos productos que aún en mayor volumen, por su contenido en agua y/o fibras, nos proporcionen menos calorías.

Algunos artículos sobre libros que hablan de la dieta volumétrica:

  • LA DIETA VOLUMÉTRICA (COME HASTA SACIAR TU APETITO)








  • LA DIETA VOLUMÉTRICA (COME HASTA SACIAR TU APETITO Y ADELGAZA)

    Título: La dieta volumétrica (come hasta saciar tu apetito y adelgaza)

    Autor: Martin Kunz

    ¿A quién va dirigido?: A todas las personas que quieran alcanzar su peso ideal y conservarlo durante toda la vida. ¡Que disfruten de la dieta volumétrica!
    Contenido: Volumetría: así es como se llama una nueva tendencia nutricional que se basa en los estudios científicos más recientes. La novedad más importante de este método es que las personas pueden comer grandes cantidades sin engordar. Los expertos en nutrición han comprobado que hay comidas con relativamente pocas calorías pero que sacian muy bien el apetito, pero que no engordan, y han establecido el principio volumétrico. Lo bueno es que usted no necesita cambiar radicalmente sus hábitos alimenticios y que no tiene que prescindir de nada. Es una dieta en el sentido literal del vocablo griego: Originalmente, diaita no significaba un régimen estricto para adelgazar sino una forma de vida saludable en la que se combina la alimentación y el ejercicio físico.
    Índice:
    INTRODUCCIÓN
    Comer hasta saciarse. Conservar la línea
    Dieta volumétrica: disfrutar en vez de sufrir.
    PRÁCTICA
    Hacia un peso satisfactorio
    Por qué es tan importante beber
    Un nuevo placer por lo sano
    Recetas que adelgazan
    Empleo del principio volumétrico
    Ideas para el desayuno
    El almuerzo es la principal comida del día
    La cena, ligera y variada
    Snacks volumétricos
    Fuente: Editorial Hispano Europea

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    domingo, 3 de enero de 2010

    EL TERCER DÍA

    Después de dos días de abstinencia voluntaria... voluntariamente obligada por el desenfreno que a lo largo de meses he tenido, compruebo con satisfacción que creía que me iba a resultar mucho más difícil cambiar esos malos hábitos a los que ya estaba acostumbrada. Y es que habituarse a algo bueno, no lo niego, para la salud pero peor para el paladar, no siempre es sencillo.
    Sin embargo, tampoco puedo echar campanas al cielo porque hoy empiezo mi tercer día y si bien es cierto que el cambio brusco puede ocasionar una cierta ansiedad que nos recuerda constantemente todos los placeres que podíamos disfrutar, también la motivación inicial de conseguir nuestro reto y objetivo de perder esos kilos que nos sobran nos estimulan y animan a privarnos de esos caprichos, al menos temporalmente.
    Durante estos días he encontrado una gran aliada: la verdura. En cualquiera de las comidas, ya sea almuerzo o cena, una menestra de verduras, una ensalada, unos espárragos, tomates... acompañado por una ración no excesivamente grande y preferiblemente a la plancha ya sea de carne, pollo, pescado... queso bajo en calorías, ¿por qué no?
    Abusar de la verdura, no como acompañamiento sino como plato principal, lo que nos aportará, además de gran variedad de nutrientes, esa fibra tan beneficiosa para el organismo. Un plato a rebosar de verduras nos henchirá el estómago, alcanzando antes esa sensación de saciedad sin haber consumido una gran ingesta de calorías.
    Y si entre comidas se nos abre el apetito ¿por qué no recurrir a una fruta del tiempo, eso sí, intentando evitar las de alto contenido en hidratos?
    Crear un menú a medida, procurando descubrir nuevos sabores y dar un toque especial a nuestros platos. Ahí es nada.

    viernes, 1 de enero de 2010

    RECOMENZAR

    Es primero de año y entre uno de mis primeros propósitos está la de empezar a hacer un poco de dieta después de un largo tiempo de excesos, con buenos propósitos pero ninguna voluntad.
    Año nuevo, vida nueva... y espero que ahora sí sea el punto de partida.
    ¿Fácil? No, en absoluto, todavía tengo en el cuerpo el empacho y la resaca de estas fiestas navideñas y ya hecho en falta todo lo que no debería comer. Pero, ¿qué se debe o no se debe comer?